Informe TDC - Biología
Motivo:
Este
experimento se dio con el objetivo de comprobar la diferencia entre
sentimientos y emociones. Para este, se necesitaron lágrimas emotivas y de
sentimiento. La obtención de ambas tomo largo tiempo. Por un lado las lágrimas
de emoción fueron el resultado de picar
cebolla. En cambio, las lágrimas emotivas se consiguieron viendo una película dramática
y triste “El niño con pijama de rayas”.
En
ambos casos, al ver las lágrimas en el microscopio no se notó mucha diferencia,
sin embargo, se pudo observar una pequeña diferencia en el color. Las lágrimas
de emoción estaban con un tono de gris más claro que las lágrimas de
sentimiento.
Análisis:
¿Hasta qué punto se pueden objetivar las emociones y los sentimientos?
La
vida de un ser humano está llena de emociones y sentimientos que normalmente
son expresados por medio de lágrimas. Ambos, son utilizados para mostrar cómo
nos sentimos interiormente. Las emociones son “un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que
nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo o
interno”[1].
Estas, son una respuesta del cerebro que conecta a las experiencias con la
forma de percepción de un individuo. Por ejemplo, si aprendemos a asociar a la
quemadura con el sol, cuando estemos sin protector solar tenderemos a
experimentar una sensación de preocupación de quemarnos, habremos aprendido la reacción
adecuada ante esta situación. Además, las emociones se desarrollan dependiendo
de la persona, es decir, si a una persona pobre le regalan una moneda sentirá
una gran emoción comparada a la de una persona con mucho dinero.
Las emociones se expresan de forma momentánea,
es decir que cuando lloramos como respuesta de una emoción el llanto es corto y
no uno duradero como lo es el de un sentimiento. Por ejemplo, cuando lloramos
como resultado de haber cortado cebolla las lágrimas son mínimas, máximo tres o
cuatro, debido a que cortar cebolla no influye en nuestro estado anímico. Por otro
lado, los sentimientos al ser incontrolables, son más duraderos, incluso pueden
llegar a durar horas o ser permanentes. Por ejemplo, cuando lloramos por la pérdida
de una persona cercana, desarrollamos sensaciones de melancolía, tristeza y
dolor, que influyen en nuestro estado anímico y que nos pueden llevar a una depresión.
Así pues, podemos llegar a sentirnos mejor pero nunca olvidar y dejar de
extrañar a esa persona.
Las emociones se diferencian de los
sentimientos debido a que las emociones aparecen de forma automática después de
haber recibido el estímulo. En cambio, los sentimientos requieren de la capacidad
de reflexionar acerca de lo que se siente y relacionarlo con símbolos y
metáforas. Por ejemplo, cuando una persona está enamorada de otra, para
expresarlo utiliza de la poesía o de frases como: con tu amor soy
indestructible. Otra forma de expresar un sentimiento es la pintura, todo
artista muestra de una forma abstracta y simbólica lo que siente. Así pues,
dependiendo de la persona que vea la pintura tendrá un sentimiento diferente a
la persona que lo realizó, dependiendo de las experiencias vividas.
Tanto las emociones como los sentimientos pueden provocar llanto. “Las lágrimas protegen, nutren y mejoran la calidad refractiva de la superficie ocular”[3]. Están compuestas por el 98,3% de agua y tienen un gran contenido en glucosa”[4].
En la psicología al igual que en la neurociencias “aunque los conceptos de sentimiento y emoción se refieren a cosas diferentes, a la práctica allí donde hay una emoción hay siempre un sentimiento”[5]. Esto se refiere al hecho de que todo sentimiento es generado por la emoción y depende de las circunstancias vividas por las personas. Es por eso que cada persona siente de maneras distintas. Por ejemplo, una persona que ha vivido un tsunami va a sentir miedo y preocupación de ir al mar a diferencia de una persona que no ha vivido un tsunami.
En definitiva, las emociones al igual que los sentimientos
son subjetivas. Por tanto una persona siente de manera propia y con respecto a
sus experiencias, conocimientos y su carácter. Sin embargo, yo pienso que al
compartir conocimiento y como nos sentimos, de cierta forma las emociones se
vuelven objetivas y una realidad. Por otra parte, sin importar que las otras
personas entiendan la situación por la que estamos pasando, nunca van a sentir
lo mismo que nosotros, es decir los sentimientos siempre serán subjetivos. Por
ejemplo, es diferente como se siente una persona que ha vivido el terremoto en
Ecuador, que una que ha vivido el terremoto en Japón, después de todo el ámbito
y la sociedad son diferentes. De tal
manera que podemos objetivar nuestras emociones compartiendo nuestro
conocimiento, pero los sentimientos dependerán de cada persona y su alrededor;
subjetivos.
La primera parte del informe es imprecisa y confusa, pasa describiendo los conceptos de: lagrima y emoción, pero es difuso el proceso de recolección y práctica del laboratorio. Mientras que la segunda parte muestra un análisis adecuado al contexto del dilema del conocimiento planteado, los argumentos son principalmente descriptivos mostrando limitación respecto a la investigación para sustentar sus ideas. La relación entre formas y áreas de conocimiento es limitada quedándose en el resumen de dos posturas sin darle contraargumentos propios de la estudiante. Existe un nivel aceptable y recursivo al diseñar la información dentro del blog.
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